Covirán Granada 76-83 Real Madrid: esfuerzo coral para seguir invictos
El Real Madrid sufrió para llevarse el encuentro ante Covirán Granada, y es que los andaluces realizaron un partido excepcional. Pusieron las cosas muy difíciles, pero las genialidades blancas se impusieron por delante del gran colectivo local. En cualquier caos, Dzanan Musa fue de los jugadores más acertados de los blancos y, junto a Mario Hezonja y Vincent Poirier, pudieron cerrar un encuentro muy complicado.
La visita del Real Madrid a Covirán Granada comenzó de la mejor manera posible: con un triple de Fabien Causeur. Pronto, eso sí, respondió Kwan Cheatham desde la esquina, pero Facundo Campazzo puso la moto para dar ventaja a los suyos con una gran bandeja y un triple en contraataque. El que estaba de dulce fue el escolta francés, que anotó un triple de espaldas con un 100% de efectividad (tres intentos). Por otro lado, quien sentenció este cuarto fue Dzanan Musa con otra entrada muy limpia que aseguró dos puntos más. Los cambios y las rotaciones no hicieron más que aumentar la renta, y es que con los Alberto Abalde, John Eli Ndiaye y Rudy Fernández, la defensa subió un par de niveles y forzó varias pérdidas rivales.
Ya en el segundo periodo, los andaluces reaccionaron, y es que los de Pablo Pin son un equipo muy complicado de jugar en contra. Con un par de jugadas acortaron la desventaja que tenían en el marcador, y su plan de juego se basó en un rápido uso de los espacios a través de bloqueos para dejar a sus tiradores liberados. Pese al parcial negativo del Real Madrid (10-1), Sergio Llull anotó un triple muy importante para cortarlo y aportar algo de calma al equipo. Para final de cuarto, el encuentro redujo su velocidad, y los blancos no consiguieron recuperar la renta anterior, ya que el Covirán Granada supo interpretar las debilidades madridistas y las explotó a la perfección.
Tras el paso por vestuarios, y con un marcador muy ajustado, el primer equipo que anotó fue el local mediante un triple muy rápido. Respondió velozmente Musa, que fue el mejor de los blancos en el ataque. Con el encuentro empatado, el Real Madrid falló varios tiros exteriores completamente liberados, y esto penalizó poco a poco, ya que los andaluces no fallaron en cada uno de sus intentos. En cualquier caso, el intercambio de canastas se prolongó minuto tras minuto, y las rotaciones de Chus Mateo esta vez no funcionaron, en parte por el buen hacer de Covirán Granada, que planteó un baloncesto muy limpio con los pívots como principales valedores.
El último cuarto no cambió la dinámica en este inicio, y es que el control del rebote penalizó mucho a los blancos, que no estaban cómodos en ningún plan de partido, y solo en las genialidades individuales pudo mantener a flote el encuentro. Entre Vincent Poirier y Hezonja pusieron tierra de por medio, este último con triple mediante, y el partido varió de dueño en favor de los madridistas. Así se consiguió cerrar la victoria, con un esfuerzo colectivo muy alto en defensa y la vuelta del acierto ofensivo. De hecho, el dúo balcánico fue clave en este final, tanto en ataque como atrás, y los de Pablo Pin no pudieron ganar en esta ocasión.