Una bomba, un chico que pide a gritos una salida y un drama

El Real Madrid dio un salto de gigante anoche con su triunfo en San Sebastián para estar en la final de la Copa del Rey que albergará La Cartuja el próximo 26 de abril. Y lo hizo gracias a un chaval que demostró una vez más ser toda una bomba: Endrick. Marcó el único gol(azo) del partido tras un desmarque habitual en él, un soberbio control y una definición de megacrack. Además, cerca estuvo de repetir al comienzo de la segunda parte con un latigazo que se estrelló en el travesaño. Suma cuatro dianas en el torneo del K.O., el máximo goleador madridista de la competición.

Por otra parte, está Arda Güler. El chico tiene una inmensa calidad en sus botas, eso está fuera de toda duda, pero ayer no estuvo fino. Y es totalmente entendible si tenemos en cuenta que no disputó un solo minuto en los cinco partidos anteriores. Así es muy difícil. Mientras siga Ancelotti, el turco no tendrá esa regularidad que tanto ansía. Muy a mi pesar, porque soy un gran admirador de su fútbol, lo mejor para el ex del Fenerbahçe es una salida este verano en forma de cesión.

Por último, el drama llegó en los minutos finales con la lesión de Dani Ceballos. Se marchó sin poder apoyar la pierna tras un feo gesto de la rodilla en un choque con Take Kubo y estará entre tres y cuatro semanas de baja. Una desgracia, porque el utrerano se ha convertido en un hombre imprescindible para dar sentido al juego del Real Madrid. El sábado, los de Ancelotti visitan al Real Betis; y el martes, reciben al Atlético en la ida de los octavos de final de la Champions League.