Achraf puede ser el verdugo del Real Madrid en Champions
Achraf Hakimi decidió volar libre y lejos del Real Madrid el pasado verano. Sus dos temporadas de relumbrón en el Borussia Dortmund invitaban a imaginar un minifundio de plenas garantías para los blancos en los próximos años, lo que permitía fantasear con dos cromos de primerísimo nivel como son el marroquí y Dani Carvajal. Sin embargo, la versión oficial dice que el magrebí quería rienda suelta sin nadie que le tosiera, y no estaba dispuesto a lidiar con la competencia de su homólogo de Leganés. Tenía a media Europa detrás y la sartén por el mango, así que repitió un Erasmus similar al que vivió en Alemania para exiliarse definitivamente a Lombardía. Allí es siempre el primer plato para el astuto Antonio Conte, que sabía que lo que se llevaba era un anillo a medida para el dedo del 3-5-2.
Celebrado el sorteo de la Champions, caprichoso siempre y deseoso de reencuentros cargados de nostalgia, Real Madrid e Inter de Milán quedaron encuadrados dentro del Grupo B, y uno de los titulares de aquel día fue el reencuentro de Achraf con el club que le dio de mamar. Disputadas dos jornadas, llega el doble enfrentamiento entre dos gladiadores históricos, y con él el retorno del carrilero a Valdebebas. Corral loco donde los haya, cualquiera diría que el Shakhtar sería líder y el Real colista. A estas alturas, los de Zidane están en las mismas que hace un año, cuando perdieron con estrépito en París (3-0) y empataron contra todo pronóstico ante un desinhibido Brujas (2-2). Es un punto y ni una sola victoria, pero entonces los madrileños consiguieron reconducir una situación crítica. Hoy, la diferencia de goles no es tan desalentadora, pero la entidad del grupo es mucho más exigente.
No mucho mejor les va a los italianos, que no han aprovechado la pájara madridista para sacar partido, lo que refrenda la enjundia de los emparejamientos. El primer día empataron (2-2) in extremis ante el Borussia Mönchengladbach, cita que se perdió el determinante Achraf por la broma pesada de los PCR. El internacional por Marruecos dio un falso positivo, pero su ausencia se quedó en eso y nadie alza la voz ante el timo de las pruebas. Otro punto sacaron en la siempre compleja Ucrania (0-0), nivelando fuerzas contra un Shakhtar Donetsk contestón que ya suma cuatro unidades. La influencia del exmadridista está fuera de toda duda, y tan pronto como se adaptó a la Bundesliga, lo ha hecho a la Serie A. Es un gol y dos asistencias para un todoterreno que es una solución constante, sobre todo en el apartado ofensivo. Al Madrid le costará lidiar con un miura de tal calibre siendo el mejor Madrid, pero mucho tendrá que rezar si es el de las tardes de siesta y nula intensidad, sobre todo por el dolor de cabeza y las dudas constantes que provocará entre líneas uno de los peligros más evidentes de los 'nerazzurros'.