Real Madrid 95-76 Valencia: a la final por la vía rápida

Muchas dudas en el Real Madrid de Chus Mateo antes de medirse a Valencia Basket en las semifinales de la Copa ACB. Ante el UCAM Murcia se sufrió mucho más de lo que estaba previsto, por eso el inicio de hoy podría ser clave para el devenir del partido. El quinteto inicial estaba formado por Tavares, Yabusele, Deck, Musa y Campazzo. 

La primera ventaja fue para el Real Madrid, pero los valencianos anotaron de pronto dos triples consecutivos para ponerse con seis en el marcador. Fue ahí cuando comenzó un grandísimo parcial de los madridistas. De la mano de un enorme Musa, que anotó siete puntos en los primeros 10 minutos, los de Chus Mateo llegaron a tener un parcial de 16-0. En ese momento, Mumbrú realizó un tiempo muerto más que necesario con 19-6. Tras ese parón se cortó la buena racha tanto ofensiva como defensiva de los blancos, que habían encontrado en la pintura un total de 14 puntos. Los taronja recortaron distancia en el marcador hasta poner el 23-17 al finalizar el primer cuarto.

El segundo cuarto comenzó de muy buenas maneras para el Real Madrid. El Chacho puso más diferencia al anotar cinco puntos sin prácticamente esforzarse. La distancia se ampliaba a los 10 puntos hasta la bandeja de López-Arostegui. A partir de ahí, Valencia Basket se vino arriba, pero apareció Mr. Mandarinas para ampliar la distancia. Sergio Llull puso a los suyos siete arriba con dos triples de muchísimo mérito. Fueron nueve de distancia tras un contragolpe coronado por el balear. Sin embargo, el arreón de los visitantes se colocó a solo tres unidades tras un gran acierto en sus diferentes tiros, que dinamitaron el buen hacer de los blancos.

Tras el paso por vestuarios, la intensidad con la que el Real Madrid salió se pareció a la del final de segundo cuarto, con buenas ofensivas involucrando a todos los jugadores, pero con una defensa menor en nivel. En cualquier caso, entre Tavares y Yabusele, más la gran capacidad de pase de Campazzo, puso patas arriba el encuentro, y crearon un parcial positivo de la nada. También se sumó Deck, que no se achantó en sus jugadas al poste para castigar los emparejamientos desfavorables. Y con unos sistemas muy limpios, además de una eficacia altísima, se llegó a los 20 puntos de ventaja, y es que los madridistas no fallaban un solo lanzamiento liberado. Los últimos diez minutos, eso sí, se antojaban muy favorables.

El último cuarto prosiguió el gran ataque que demostró el Real Madrid, aunque en fase defensiva sufrieron más los blancos. De hecho, en tres minutos de juego se gastaron cuatro faltas de equipo, una muy mala noticia, pues el parcial fue de 2-10. Ahora bien, quien rompió este mal momento fue Llull con un triple muy bien seleccionado. Mientras Brandon Davies fue el mejor anotador de los taronjas, este se fue eliminado por realizar la quinta falta, y eso fueron muy buenas noticias para los madridistas. Asimismo, el quinteto blanco supo leer la cancha y sus espacios a la perfección, y de ahí llegó la gran ventaja obtenida. A la final con una gran cara, mucho mejor que en los cuartos frente a UCAM Murcia, y es que los de Chus Mateo mejoraron mucho en todas las facetas del juego.

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